El aprendizaje comunitario de lenguas o Community Language Earning (CLL) fue impulsado en los años sesenta por
Charles A. Curran quien trabajaba en el campo de la psicología en Loyola University, Chicago. En principio aplicó sus
estudios psicoterapéuticos para la corrección de ciertos defectos en el habla y posteriormente aplicó estas teorías y la
experiencia en el ámbito de la psicoterapia de grupo en la enseñanza de las lenguas extranjeras.
Según Curran el profesor tiene aquí una nueva función, la de
convertirse en language consuelor, consejero lingüístico, para que el estudiante supere las barreras psicológicas que
puedan dificultar el verdadero aprendizaje. Estamos por ello ante un enfoque que tiene una visión integral del
estudiante, es decir, se tienen en cuenta los factores emocionales como parte integrante del proceso de enseñanza-aprendizaje.